Como en Sucupira

Ya me estaba pareciendo al candidato de San Antonio (trabajo, trabajo, trabajo). Bueno, en honor a la verdad, debo reconocer que igual me he dedicado a pelusear con las niñas de la tienda y a weviar a los turistas que pasan (total, no entienden nuestro chileno).

Hasta anoche, no había tenido tiempo de tocar el agua. Es que mis mañanas de descanso las he dedicado a dormir, lavar ropa, comprar comida, responder mails, etc... pero de playa y sol, ni hablar.

Sin embargo, anoche me las di de la mujer del mar, esa que se metía al agua de noche en Sucupira. Tipin 1 de la madrugada, cuando ya habíamos cerrado la tienda, pisé la arena, dejé mis cosas, me saqué la ropa (andaba con bikini debajo) y me tiré el manso ni que chapuzón. Estuvo de lujo, el agua muy tranquila y cálida. Luego, a la casa, una buena ducha calentita, un tecito y a dormir para aprovechar que hoy es mi mañana de descanso.

Y tal como en Sucupira, sólo Luis Miguel y su dueño me vieron nadar en el mar (pal que la cacha).

Rellenos anexos:

- Los españoles no son pesados. Los pesados son los catalanes!!!

- Los europeos son muy buenos pa agarrarse, rascarse y acomodarse las bolas (o es en todas partes igual y yo no me había dado cuenta?).